MÉXICO:

A México Dios me ha dado la oportunidad de ir por 2 veces ( en
1998 y 2001).
La primera se dio por una promesa que hice a la Virgen de
agradecerle por el éxito en mi maestría, y que se cumplió.

Es una cultura muy hermosa, y sobre todo ver cómo la conserva
su gente.

Es bello y sorprendente el DF, con su inmensa cantidad de gente
en las calles, y por debajo en el Metro.
El Zócalo es el grandioso sitio de encuentro. El Palacio de
Bellas Artes, la Basílica de Guadalupe en el Tepeyac.

Chapultepec con su castillo; Xochimilco, con sus canales y trajineras.

El Ángel del Paseo de la Reforma; la Plaza de las Tres Culturas.

Las Pirámides de Teotihuacán (del Sol y de la Luna). Todo un espectáculo
subir las escalinatas de la Pirámide del Sol.

La Plaza Garibaldi, con su gran cantidad de mariachis, y donde
probé y me encantó el pulque de cacahuate.

La majestuosa UNAM, con sus edificios cargados de murales, con
mosaicos de Venecia.

El recorrido por la Autopista del Sol, que nos llevó a Taxco, Cuernavaca
hasta llegar a Acapulco, la bahía hermosa.

Visité Tula con sus pirámides y atlantes.

Por último Puebla con sus hermosas iglesias.

Un encanto lo amable y la familiaridad de la gente de México, detalles que
conservo en el corazón.